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¿Entrenas el “EQUILIBRIO”?

Entrenando este “ejercicio de equilibrio” (desafiando en el eje antero-posterior) …

equilibrio

¿Se podría mejorar el rendimiento en este otro ejercicio (desafío en eje latero-medial) después de 6 sesiones de entrenamiento?

equlibrio

y, ¿en estos otros? (se desplaza la plataforma paralela al suelo)

Estas son las preguntas que ha intentado responder recientemente un metaanálisis publicado sobre la importancia de la ESPECIFICIDAD en el ‘ENTRENAMIENTO DE EQUILIBRIO’ (aunque se podría aplicar a cualquier destreza motora) en sujetos sanos (1). La cuestión que pretende resolver es si la optimización del equilibrio después de un entrenamiento es específica de la tarea entrenada únicamente o es transferible a otras tareas de equilibrio diferentes a la que ha sido entrenada.

A menudo en la literatura, el equilibrio es tratado como una habilidad general (2), utilizando tests muy genéricos para valorarla (como el equilibrio a una pierna). No obstante, hace unos años se planteó una batería de tests (Balance Evaluation Systems Test (3)) que consiste en 36 tests divididos en 6 categorías de distintas ‘manifestaciones del equilibrio’.

Con esta batería observó que sujetos con déficits específicos patológicos pueden puntuar bajo en determinada categoría pero no hacerlo en otras, sugiriendo que no existe una habilidad general de equilibrio y, por otro lado, que es posible que se pueda mejorar en una tarea específica de equilibrio (a través de un entrenamiento específico) y no hacerlo en otra (por una falta de especificidad).

Para ser capaces de evaluar y optimizar la eficacia de los programas de ‘entrenamiento del equilibrio’ es necesario incrementar el conocimiento actual sobre los efectos que este puede generar. Actualmente no está claro si el entrenamiento de equilibrio conduce a optimizaciones solo en la tarea específica que ha sido entrenada o tiene un efecto global en otro tipo de tareas de equilibrio no entrenadas específicamente. En este caso, este metaanálisis llega a la conclusión de que el entrenamiento de equilibrio mejora el rendimiento en las tareas que han sido entrenadas pero no tiene efecto (o limitado) en tareas de equilibrio que no han sido entrenadas.

La capacidad de equilibrio durante diferentes tareas está basada en la suma de destrezas específicas aprendidas más que en una ‘capacidad de equilibrio general’. Esto concuerda con la idea de transferibilidad de las destrezas motoras en la que la cantidad de transferencia depende de las similitudes entre dos tareas motoras (4).

Hemos de tener en cuenta también que después de un ‘entrenamiento de equilibrio’, las adaptaciones específicas corticoespinales y medulares se han podido observar solo durante la ejecución de la tarea de equilibrio específica entrenada (5) (aduciendo que esta especificidad de las adaptaciones neurales son el motivo principal de la falta de transferencia entre las dos tareas).

En esta figura (6) podéis ver algunas características biomecánicas de dos ejercicios de equilibrio (denominados “entrenamiento sensoriomotor” (SMT) y “entrenamiento de equilibrio reactivo” (RBT)).

Los autores plantean que si los efectos del entrenamiento de equilibrio son mayormente específicos de la tarea, la primera consecuencia sería evitar el término general “entrenamiento de equilibrio”, ya que favorece la visión del equilibrio como una habilidad general y una transferibilidad global de los efectos del entrenamiento de una tarea de equilibrio a otra. Por ello, los resultados de los metaanálisis que integren diferentes formas de “entrenamiento de equilibrio” deberían ser interpretados con precaución (ya que son muy difíciles de comparar) (2).

Teniendo en cuenta esta especificidad de la tarea, podría ser interesante identificar primero la tarea/s específica/s que deberían ser optimizadas e implementar esas tareas dentro de un programa de entrenamiento específicamente diseñado. Por ejemplo, si el objetivo es la prevención de caídas en la tercera edad, deben ser identificadas las situaciones con un incremento de riesgo de caída y entrenarlas específicamente. Si éstas no pueden ser identificadas, una alternativa puede ser diseñas programas de entrenamiento lo más amplios posibles incluyendo una plétora de tareas de equilibrio con muchas variaciones para estar preparados para multitud de situaciones que pudiesen ser potencialmente peligrosas. Otra opción podría ser valorar las potenciales debilidades específicas y abordarlas con un programa de entrenamiento (2), a la vez que se pueden utilizar esas mismas tareas como una batería de test que evalúe la eficacia del programa de entrenamiento (1).

REFERENCIAS (1)

1. Kümmel, J., Kramer, A., Giboin, L.-S. & Gruber, M. Specificity of Balance Training in Healthy Individuals: A Systematic Review and Meta-Analysis. Sports Med. 46, 1261–1271 (2016).

2. Giboin, L.-S., Gruber, M. & Kramer, A. Task-specificity of balance training. Hum. Mov. Sci. 44, 22–31 (2015).

3. Horak, F. B., Wrisley, D. M. & Frank, J. The Balance Evaluation Systems Test (BESTest) to differentiate balance deficits. Phys. Ther. 89, 484–498 (2009).

4. Schmidt, R. A. & Lee, T. D. Motor control and learning: a behavioral approach. Human Kinetics, Champaign (1999).

5. Beck, S. et al. Task-specific changes in motor evoked potentials of lower limb muscles after different training interventions. Brain Res. 1179, 51–60 (2007).

6. Freyler, K., Krause, A., Gollhofer, A. & Ritzmann, R. Specific Stimuli Induce Specific Adaptations: Sensorimotor Training vs. Reactive Balance Training. PLoS One 11, e0167557 (2016).

Descárgate el artículo completo aquí :

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